| 3 cuotas de $6.666,66 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000,00 |
| 1 cuota de $20.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000,00 |
| 3 cuotas de $6.666,66 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000,00 |
| 1 cuota de $20.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000,00 |
| 2 cuotas de $12.124,00 | Total $24.248,00 | |
| 3 cuotas de $8.362,66 | Total $25.088,00 | |
| 6 cuotas de $4.746,33 | Total $28.478,00 | |
| 9 cuotas de $3.518,66 | Total $31.668,00 | |
| 12 cuotas de $2.920,66 | Total $35.048,00 | |
| 24 cuotas de $2.130,08 | Total $51.122,00 |
| 3 cuotas de $8.522,00 | Total $25.566,00 | |
| 6 cuotas de $4.693,33 | Total $28.160,00 |
| 3 cuotas de $8.610,66 | Total $25.832,00 | |
| 6 cuotas de $4.727,00 | Total $28.362,00 | |
| 9 cuotas de $3.537,11 | Total $31.834,00 | |
| 12 cuotas de $2.896,83 | Total $34.762,00 |
| 18 cuotas de $2.349,33 | Total $42.288,00 |
Santiago Loza
La primera casa
Tusquets
Páginas: 168
Formato: 14 X 21
Subtítulo:
Peso: 0.7 kgs.
ISBN: 978-987-670-559-2
Gonzalo vive en un pueblo de provincia con su tía y su hermana, con quien comparte la orfandad de unos padres que han muerto tempranamente. Está cursando los últimos años de la secundaria y su cuerpo se ha convertido en un campo de batalla: una entidad mutante que varía más allá de su voluntad. En la feroz convivencia escolar, consigue un refugio: Damián, su único amigo, con quien descubrirá un deseo que todavía no puede nombrar. Pero Gonzalo ansía huir de la disciplina férrea de su tía: por eso consigue un primer trabajo y con él la revelación de que el saqueo puede ser una forma de indemnizar los sueños. Frente a ese mundo hostil, el cine será su principal plan de evasión: no sólo ver películas, sino también repasar las tramas con su hermana como si esos films taquilleros de los años ochenta fueran una escuela de vida. Con su delicadeza y sensibilidad únicas, Santiago Loza despliega en esta novela los artificios de la memoria: un hilo que oscila entre la cercanía y la distancia para engarzar las piedras del recuerdo en la herida dulce y doliente de las primeras cosas.